Una verdadera sorpresa se llevaron los militares cuando descubrieron en plena selva pacífica una armería dotada con todos los elementos necesarios para ensamblar cualquier tipo de armamento e incluso, tenía la capacidad de fabricar munición, y contaba con un campo para pruebas de tiro de las mismas que alistaban.

¿A quién pertenecía?

Según los militares, el taller presuntamente era de propiedad de hombres del Grupo Armado Organizado Residual, GAOr, Ariel Aldana. Un técnico experto del Ejército de Colombia dijo que estos grupos ilegales acuden a estos mecanismos debido a las condiciones climáticas muy agrestes, esto conlleva al deterioro del material bélico en muy corto tiempo, de igual manera, los componentes son muy difíciles de conseguir, por ejemplo, de un fusil, una ametralladora, una pistola o cualquiera otro aparato de estos, si le falta una pieza queda inutilizada. 

“Los controles que hace la Fuerza Pública se ven reflejados en esto, los grupos se ven desesperados puesto que no tienen armamento, y se ven obligados a montar este tipo de lugares artesanales, lo que podríamos llamar talleres de la muerte, son para eso, hacen herramientas para asesinar a las personas”, dijo una fuente. 

¿Cómo llegaron al sitio?

Según inteligencia militar, desde hace varios meses tenían la información de la existencia de este lugar, sin embargo, debido a las dificultades del terreno de casi imposible acceso, y que muy pocos conocían se hizo imposible la llegada de forma más oportuna.

Sin embargo, la captura de un integrante de la organización y utilizando medios técnicos, los uniformados llegaron a un lugar en la vereda Brisas de Hamburgo.

En el sitio encontraron un taller para ensamblar armas largas y cortas con partes de diferentes fabricantes, de igual manera herramienta para arreglar cualquier tiempo de armas. Existe evidencia que comprueba que estarían realizando ensayos para crear una munición similar a la empleada en las pistolas FN 5.7 milímetros adaptada para fusil. 

También encontraron piezas utilizadas para fabricar ramplas de lanzamiento y artefactos explosivos, el sitio contaba con un torno industrial y una prensa, “estos elementos los manejan personas que saben del tema, incluso cuentan con estudios superiores de ingeniería porque son de alta precisión, ni siquiera en Tumaco, la ciudad más grande y cercana a este lugar, se puede encontrar un taller tan completo como este”, agregó el militar entrevistado. 

Es de anotar que en el sitio también los militares hallaron emblemas del grupo Armado organizado Ariel Aldana.

Elementos encontrados 

Entre las armas ya ensambladas estaban, un fusil FS 2000, 7 lanzagranadas listas para ser acoplados en fusiles, 6 pistolas de 9 milímetros, 2 revólveres, una mira telescópica, dos escopetas.

De igual forma encontraron, cuerpos, cañones, tapas, cerrojos, mecanismo de disparos, bípodes, culatas entre otros repuestos, todos para armar metralletas. 

A su vez, habían más de 10 cuerpos de fusiles, tipo Galil y AK 47 con todos sus componentes, los cuales, según los uniformados, estaban listos para ser ensamblados. 

Entre tanto, se localizaron elementos para ensamblar unas 5 pistolas de varios calibres, también munición para 7 tipos de armas de diferentes milímetros 

El material de intendencia también era abundante, entre ellos chalecos multipropósitos material de intendencia como camuflados, equipo de campaña, bolsos, baterías y brazaletes alusiva a la columna Ariel Aldana. 

Con respecto a la maquinaria descubrieron una planta de energía, una bomba de agua, compresores, herramienta, prensas, equipo de soldador entre otros elementos, varillas para fabricar detonadores, pentolita.

Es de señalar que personal de la Fiscalía General de la Nación llegó al sitio para verificar este hallazgo considerado inédito en Colombia, debido a su complejidad y la zona donde se localizaba. 

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