El pasado lunes se presentó el último informe por parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), donde señalan que, si la humanidad quiere que la temperatura del planeta no aumente en 1,5 ° Celsius, deberá reducir sus emisiones de carbono en un 48% para 2030.

El secretario general de la ONU António Guterres anotó que es esencial adelantar todas las estrategias para “desactivar la bomba climática, pues la humanidad camina sobre una delgada capa de hielo”.

El objetivo

Cabe señalar que el grupo que tiene como objetivo explicar todo lo que se conoce hasta el momento sobre el calentamiento del planeta. En el documento reunieron los resultados de las investigaciones realizadas en los últimos ocho años y aseguran que si la humanidad quiere que la temperatura del planeta no aumente en 1,5 °Celsius, como se concretó en el Acuerdo de París, en 2015, deberán reducir sus emisiones de carbono en un 48% para 2030.

Antes de la presentación de los resultados finales del documento, Guterres, le pidió a los países ricos adelantar sus objetivos de neutralidad carbono “lo más cerca posible para 2040″ en vez de 2050, como se había acordado hace unos meses.

Calentamiento del planeta

De acuerdo con Guterres, adelantar este objetivo sería fundamental para “desactivar la bomba climática, pues la humanidad, que camina sobre una delgada capa de hielo, puede aún limitar el calentamiento del planeta a un máximo de 1,5º Celsius, pero para ello es necesario un avance decisivo de la acción climática”.

Para el secretario, en esta batalla contra el reloj todos los países deben contribuir y se deberá hacer en todos los sectores de la economía. “En cuanto a los países en vías de desarrollo, por su parte, deberían alinearse sobre la fecha 2050 para alcanzar la neutralidad carbono”, añade.

Las consecuencias si sube la temperatura

En este caso, consiste en emitir la misma cantidad de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera que la que se retira, mediante distintas técnicas.

Si la tierra llega a alcanzar o superar el límite de 2° Celsius, los efectos serían devastadores.

-Primero, un planeta más caliente no secuestra tanto carbono.

-Segundo, conllevaría a un ciclo hídrico global impredecible, sequías e incendios, inundaciones devastadoras, eventos extremos del nivel del mar y ciclones tropicales más intensos.

-Tercero, será inevitable el aumento del nivel del mar y seguirá aumentando más allá de 2100, representando riesgos para los ecosistemas costeros, las personas y la infraestructura. Y, finalmente, habrá menos opciones para emplear estrategias de adaptación al cambio climático.

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