Una investigación judicial reveló la existencia de una red delictiva que habría movilizado ilegalmente a 114 migrantes desde el departamento de Nariño hasta la región de Urabá, utilizando buses de turismo y servicio público. La estructura operó durante más de dos años y fue desmantelada en operativos realizados en Medellín, Cali y Palmira.

Los migrantes, provenientes de países como Pakistán, Nepal, Togo, Guinea, Senegal, Ghana, Congo, Camerún, Sierra Leona, Bangladesh, Haití, Cuba y República Dominicana, ingresaban inicialmente por Brasil y llegaban por vía fluvial a Nariño. Allí eran contactados por integrantes de la red, quienes les ofrecían transporte terrestre hacia el norte del país.

Cinco personas fueron capturadas y presentadas ante un juez de control de garantías en Medellín. Se trata de Alejandra García Arboleda, José Alonso Jaramillo Estrella, Hernando Muñoz Patiño, Jorge Eliecer Álvarez y Héctor Fabio Chalarca Castrillón, a quienes se les imputó el delito de tráfico de migrantes. Ninguno aceptó los cargos y deberán cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.

Según la investigación, Álvarez y Chalarca serían los encargados de conseguir los vehículos y coordinar los trayectos; Muñoz y Jaramillo, conductores de transporte intermunicipal y especial, habrían facilitado el traslado de los extranjeros; mientras que García Arboleda estaría a cargo de la logística para evitar que los migrantes tuvieran contacto con terceros o descendieran de los buses.

Este caso pone en evidencia el uso del territorio nariñense como punto de tránsito irregular de migrantes, en medio de una crisis humanitaria que sigue afectando las rutas del sur del país.

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