En medio del juicio por presuntas irregularidades en la contratación de licores durante su paso por la Gobernación de Nariño, el exembajador y precandidato presidencial Camilo Romero volvió a cuestionar a la Corte Suprema de Justicia, esta vez por la asignación de un defensor suplente ante las reiteradas ausencias de su abogado principal, Miguel Ángel del Río.
La Sala Especial de Primera Instancia, presidida por el magistrado Ariel Torres, ratificó que la medida busca evitar más dilaciones en el proceso, que ha estado suspendido por más de un año. La Corte también llamó la atención a Romero por el uso de expresiones denigrantes contra los magistrados, advirtiendo que podría ser sancionado si persiste en ese comportamiento.
Mientras la defensa alega excusas médicas y compromisos en otros procesos judiciales, la Corte sostiene que el derecho a la defensa no puede convertirse en una herramienta para frenar la justicia. Romero, por su parte, ha insinuado una supuesta persecución política, justo cuando avanza su precandidatura presidencial.
El proceso continúa, mientras la Fiscalía respalda la decisión del tribunal y la Procuraduría y la Defensoría expresan reparos sobre el uso de un defensor suplente. Sin embargo, el foco vuelve a estar sobre la estrategia del acusado, más que sobre el fondo del caso.
