Pasto, Nariño — La Alcaldía de Pasto anunció un decreto para regular estrictamente el uso y comercialización de talcos durante el Carnaval de Negros y Blancos 2026. La medida pretendía prohibir la venta de productos que, bajo la apariencia de talco, en realidad son mezclas de cal, arena, harinas y otros insumos industriales o agrícolas que no son aptos para el contacto humano.

El decreto establecía que solo se permitirían talcos con registro INVIMA o autorización de una entidad competente, lo que en la práctica significaba una prohibición casi total de los productos que se comercializan cada año en la ciudad. Además, incluía restricciones a la venta en bultos de harinas, cales y otros elementos que históricamente han ingresado al circuito del Carnaval.

Sin embargo, la iniciativa se encontró con un obstáculo jurídico: una acción popular interpuesta por ciudadanos ante el Juzgado Sexto Administrativo Oral de Pasto, que busca proteger derechos colectivos como la salud pública, el medio ambiente sano y el disfrute del espacio público. En la demanda, los accionantes solicitaron una medida preventiva provisional para que el Municipio expida un decreto prohibiendo el uso del “falso talco” en las fiestas.

El juzgado admitió la acción popular y recordó que, según la Ley 472 de 1998, corresponde al juez decretar medidas cautelares para prevenir daños inminentes. En este contexto, la Alcaldía no puede avanzar con una prohibición unilateral, pues el tema quedó bajo estudio judicial.

Los informes técnicos aportados en el proceso —incluyendo análisis de laboratorio de la Universidad Industrial de Santander— evidencian que el producto vendido como talco contiene cuarzo, cal y otros compuestos industriales que afectan las vías respiratorias y generan riesgos ambientales. El reporte del Instituto Departamental de Salud de Nariño también muestra un incremento de infecciones respiratorias agudas durante las celebraciones, asociado al uso masivo de estos polvos.

La tensión entre el decreto municipal y la acción popular refleja un debate de fondo: cómo preservar la tradición del juego con talco cosmético, reconocido como parte del patrimonio cultural, sin poner en riesgo la salud y el ambiente. El desenlace dependerá de las decisiones judiciales que definan si se prohíbe o se regula de manera estricta el uso de estos productos en el Carnaval 2026.

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