Pasto — En menos de 24 horas, la capital nariñense enfrentó una nueva situación de riesgo que mantiene en alerta a las autoridades y a la ciudadanía. El hecho ocurrió el 18 de noviembre frente a un CAI, donde fue abandonada una motocicleta cuyo conductor huyó del lugar. La reacción inmediata de la comunidad permitió activar los protocolos de seguridad establecidos.
Según el alcalde Nicolás Toro, el conductor fue retenido y se encuentra bajo interrogatorio. Aunque la motocicleta no contenía explosivos, fue detonada de forma controlada con agua como medida preventiva. Este procedimiento busca neutralizar cualquier posible carga explosiva en vehículos abandonados, especialmente en zonas sensibles.
El episodio se suma a una serie de alertas que han sido atendidas en los últimos días. De acuerdo con el mandatario local, ya se han registrado cerca de diez situaciones similares, lo que evidencia una escalada de hechos que las autoridades consideran críticos.
La frase “todo indica que se van a ensañar con Pasto” pronunciada por el alcalde refleja el nivel de preocupación institucional, pero también exige una respuesta más estructural frente a los riesgos que enfrenta la ciudad. La reiteración de estos episodios plantea interrogantes sobre la capacidad de anticipación, la articulación interinstitucional y la protección efectiva de espacios públicos.
Las autoridades han reiterado el llamado a la ciudadanía para reportar cualquier situación inusual relacionada con vehículos, paquetes o personas sospechosas. Sin embargo, el temor crece entre los habitantes, quienes exigen mayor presencia preventiva y claridad sobre los protocolos de respuesta.