En una historia llena de dolor y sufrimiento, una familia enfrenta una situación desgarradora que pone en evidencia los límites del sufrimiento humano y el derecho a una muerte digna. En agosto de 2021, la vida de una joven cambió trágicamente tras ser golpeada en la cabeza con una botella de licor por dos mujeres. El impacto de la agresión fue tan fuerte que le causó un infarto cerebral múltiple, afectando gravemente su cerebro y dejando secuelas severas e irreversibles.

Desde el momento del accidente, los especialistas fueron claros en su diagnóstico: la joven nunca se recuperaría. A pesar de los esfuerzos médicos, su condición empeoró con el tiempo. Los médicos le informaron a la familia que la patología que sufría provocaría un deterioro progresivo e irreversible, dejándola en un estado de salud en el que ya no podía valerse por sí misma.

Erika Deyanira Morales – Después de 3 años del golpe

Hoy, tres años después del trágico incidente, la familia de Erika Deyanira Morales enfrenta el doloroso espectáculo de ver a su ser querido totalmente debilitado. La joven ha perdido tanto peso que su cuerpo apenas puede sostenerse, y debido a la incapacidad de tolerar alimentos, su nutrición es administrada por un sistema de alimentación enteral. La situación es angustiante para todos, pero lo más desgarrante es el sufrimiento constante que vive la joven.

La familia apoya la petición de Eutanasia

A pesar de la gravedad de la situación, la joven ha expresado su deseo de no seguir viviendo en estas condiciones. Ella ha pedido en varias ocasiones a su familia que le ayuden a conseguir la eutanasia, para poder descansar de un sufrimiento que parece interminable. “No quiero seguir viviendo así. Solo quiero descansar en paz”, ha dicho en palabras que han calado hondo en el corazón de su familia.

Erika quiere una muerte digna

Con el dolor de saber que su hermana vive en un sufrimiento constante, la familia ha decidido luchar por lo que consideran su derecho: permitirle partir con dignidad. Su petición es clara: quieren que se le apruebe la eutanasia para que su hermana pueda irse en paz, sin más dolor ni agonía.

Emssanar dijo no a la Eutanasia

Esta historia resalta no solo el sufrimiento de una persona, sino también la reflexión sobre el derecho de los seres humanos a decidir sobre su propia vida y muerte en circunstancias extremas. La familia espera que su petición sea escuchada y que su hermana finalmente pueda descansar, en paz y dignidad, como ella lo ha solicitado.

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