Desde hace varios años se denunció lo que ocurría en las veredas de Palo Seco y Gorgona, donde la llegada de al menos 16 retroexcavadoras y otro tipo de maquinaria pesada, acabó con más de 5 hectáreas de bosque primario, donde se talaron aproximadamente 30 mil árboles con el fin de extraer oro. De igual manera, la contaminación de ríos y quebradas con mercurio es incalculable. Entre los afluentes afectados están, Gualpí, Saundé, Telembí y Patía.
Minería ilegal
En este sentido, según las autoridades de estos yacimientos ilegales extraían mensualmente 10 kilos del metal precioso, lo que generaba unas ganancias de 2.500 millones de pesos.
Los operativos para la intervención de estos yacimientos, estuvo a cargo de las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules de manera coordinada e interinstitucional con la Policía y la Fiscalía, donde intervinieron 16 unidades de producción minera ilícita.
En su momento fueron ocho retroexcavadoras y tres motores tipo cummings, las que fueron puestas fuera de servicio. “Es de anotar que, como parte de las labores de protección del medio ambiente, se logró una reducción del impacto ambiental en un área estimada de cinco hectáreas, donde los criminales removieron cerca de 45.000 m³ de tierra”, dijeron las autoridades.
Recuperación de la zona
La autoridad ambiental estima que la recuperación de este grave daño tendría un valor aproximado de 750 mil millones de pesos y un tiempo de 20 a 30 años para lograr su reforestación.